miércoles, 10 de diciembre de 2008

un pequeño texto

¿Por qué me aferro a la publicidad?

Creo, definitivamente, que en cierta medida debe haber en mí un pequeño ser masoquista pidiendo más. Sé muy bien que hay una hora de entrada y nunca de salida, que la panza inevitablemente se me revolverá el día que deba presentarle algo a la "jefa de jefas" y que el estrés del día a día poco a poco irá terminando con mi capa estomacal, y sin embargo, tengo todo el deseo de descubrir de qué trata la carrera, o mejor dicho, el oficio de la redacción publicitaria.

Ahora mismo me encuentro desenredando vagas creencias para poder demostrar que sé muy bien porqué deseo esto para mi vida, por qué quiero ser "Copy" (el uso de anglicismos parece ser un requisito imperante cuando de publicidad se trata). Y no. El caos en mi cráneo no se disipa porque en el fondo sé que no he terminado de entender qué significa "necesitamos una ejecución con ondita": ¿Qué es la "ondita"? ¿De qué se trata? O mejor aún, ¿por qué todas las ejecuciones la tienen o la carecen? No lo sé.

Pero de toda esta incertidumbre, y con la poca experiencia que poseo, sólo hay una cosa que me queda clara: si ser un "copy" significa aprender un oficio, espero que mi cabeza nunca quede clara; que siempre haya en mí una pregunta más por hacer. Creo que ostentar un título como "creativa" siempre implicará buscar algo nuevo, buscar en las imágenes y las palabras que existían en mi imaginario para que pronto puedan significar para alguien más.

Supongo que es evidente porqué, tres párrafos después, sigo aferrada; así de fascinante y enigmática me parece la publicidad. No sé hasta cuándo siga creyendo lo mismo, pero de eso se trata: de descubrirlo.

2 comentarios:

Kevino dijo...

No maaaaaanches, no sabes cómo me reconforta leer tu comentario. No porque te haya ido mal, por supuesto que no, sino porque en estos 4 meses que llevo de desempleado mil ideas han cruzado por mi cabeza; uno de esos pensamientos me decía que tal vez el problema no era Vicky o la empresa, sino que quiza la causa era yo mismo. Lo que es un hecho es que probablemente sí me apresuré al renunciar, hubiera juntado un poco más de lana antes de hacerlo.

Veo que tú entraste en chinga a Olabuenaga, no sabes que gusto-envidia me da. Oye, y pues aprovechando el momento, te pregunto ¿Tú no sabes a dónde puedo mandar mi CV ahí en Olabuenaga?

Pues que chido estuvo esa coincidencia. Te dejo mi mess pa que charlemos un día de estos ¿va?

superexemsn@hotmail.com

Saludos

Kevino dijo...

Y no manches, no dejes de escribir aquí.